
Era una noche obscura, mucho más obscura que la inmensidad del abismo, se respiraba cierto aire de pesadumbre y se envolvía por la nostalgia y la tristeza, en medio de esta había un hombre, un hombre común, ensimismado es sus mas recónditos pensamientos, acompañado solo por sus recuerdos, cuando un destello iluminó su rostro podría haber sido una estrella que bajaba a hacerle compañía y aun así el seguía impasible, pero solo era una linterna, una simple linterna, entonces pude ver su rostro reflejaba cólera, tal vez miedo, en sus ojos se notaban a simple vista sus ojeras y una trémula mirada y vi como esbozo una lánguida sonrisa entonces dijo:
-La cordura es solo la ultima excusa de la inmoralidad humana, solo basta una mala experiencia para despertar las inhibiciones y el mas tenebroso y sublime sentimiento de venganza.
En el momento en que terminó su nauseabundo monologo no me quedo mas que esposarlo y llevarlo ante los cabecillas de la justicia. Así después de un esporádico juicio fue llevado a la cárcel por el asesinato de su esposa y su amante, un crimen pasional o tal vez la liberación de una vida monótona nunca lo sabré, es solo uno de tantos secretos que esconde la noche.
Tienes mucha razon roger..
ResponderEliminarEn ocasiones solo necesitamos de un pequeño empujon para desatar todo aquello que tenemos dentro.. Ese lado tenebroso, frio, meditabundo y calculador.
La Noche como la liberacion de todos los males.
y la monotonia como el pretexto ideal.
Atte: Emanues Estrada
Increible, siempre la noche me ha parecido el espectaculo mas bello de la naturaleza, no puedes evitar perderte en historias como esta, muy buena
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