02 diciembre, 2010
13 días de mala suerte...
15 noviembre, 2010
07 noviembre, 2010
04 noviembre, 2010
Cómo dejé de ser vegetariana (fragmento)
Siempre estoy pintando, dibujando, imaginando los colores que veo en un papel o en un lienzo. Me gusta tomar fotos mentales y luego intentarlas de memoria. Además, siempre hay luz, sombra y yo las guardo.
¿También cuando estas haciendo álgebra?
Casi siempre. Me gusta la idea se sustituir; pasar dividiendo lo que estaba multiplicando, digamos. Lo trato de hacer en pintura, con series. Hagamos mitades equivalantes, cuartos equivalentes, octavos y dieciseisavos equivalentes. Los nones me frustan un poco.
¿Qué sientes cuando pintas?
¿Sabes? Siento rico. Igual sé que al día sigueinte voy a pintar y a veces me sale mal. pero casi siempre un descanso corto es bueno. Después de mucho trabajar, rico. Como si muy dentro se me reagruparan las fuerzas. Así es como he cambiado de series.
19 octubre, 2010
EL HOMBRE Y EL AMOR
17 octubre, 2010
Circuitos

08 octubre, 2010
Una noche sin estrellas
Rodrigo se consideraba un soñador; prefería la soledad a cualquier otra cosa y aunque había personas con las que tenía cierto vínculo, y a las que tenía mucho aprecio siempre disfrutaba el poder estar absorto en sus pensamientos y reflexiones. Día tras día disfrutaba enormemente el subir al techo de su casa a apreciar las estrellas ya que en su pueblo no había luces tan brillantes ni contaminación que evitaran este espectáculo tan sublime de la complejidad de la vida.
Disfrutaba con gran exultación cada segundo que pasaba mirando al cielo estrellado, y por su mente pasaban recuerdos, imágenes y pasiones que creía escondidas y que al indagar en su alma descubría como las más insignificantes nimiedades de la vida lo hacían realmente feliz, el cantar de un ruiseñor, la música de los sonidos de la naturaleza hasta el sonido de la voz de las personas se le hacia bello, toda su ser estaba basado en esas noches que parecían interminables.
Un día como cualquier otro Rodrigo siguió su monótono día como siempre, saludando a los superfluos fingiendo ser parte de una sociedad a la que nunca había si quiera tomando en cuenta; después de terminar con sus clases, salió con solo un vehemente anhelo de que llegara la noche y pudiera disfrutar otra vez de la inmensa plenitud de las estrellas; caminaba solitario por la vereda cuando la vio por primera vez, lo más hermoso que haya visto en su corta vida, algo que hizo que por un momento olvidara su indiferencia ante la humanidad, por fin algo que por lo que valdría la pena sacrificar su amada soledad, algo por lo que valdría la pena tener una noche sin estrellas. Rodrigo no pudo evitar admirar con desosegada perplejidad su belleza, la dulce y armónica melodía de su risa que consideró -apenas comparable con los sonidos de la naturaleza que escuchaba todas las noches mientras admiraba las estrellas-, el contorno de sus brillantes ojos negros, la interminable pureza de su figura pletórica y el destello que desprendía sin siquiera notarlo, casi como una estrella.
Una vez fuera de este momento de meditación Rodrigo decidió seguir su camino dejando atrás a la única persona que había logrado deslumbrarlo con una inefable luz tan fuerte como su misma abnegación por el amor que consideraba como solo un sentimiento vano y confuso, el cual no había necesidad alguna de experimentar, recordando esta resolución de su espíritu Rodrigo avanzó hacía su hogar, le esperaba otro sublime espectáculo por la noche.
09 agosto, 2010
Un mar de emociones
Solo una vez me he sentido atrapado en un mar de emociones y todavía lo recuerdo con claridad, nunca le habría creído a quien pudiera pensar que un sentimiento difiere tanto en si mismo, en este mar llegue a la máxima felicidad nadando cual larga es la brecha de la sublime sensación de poder ser inmune a cualquier pensamiento o recuerdo triste que surque por la mente, y en un mismo instante me atrapó esa sensación de ahogo que solo provoca la profunda decepción, esa sensación de estar completamente a la deriva rodeado por nada mas que infinita incertidumbre que provoca la duda en lo que eres, y la completa certeza de que nunca se puede definir exactamente que es lo que pasa por tu pensamiento.
Llegue a pensar que esta implacable confusión dominaría mi razonamiento por un largo y doloroso tiempo, cuando después de largas meditaciones, pude concluir que realmente esta es una dulce sensación, el simple hecho de poder estar en este mar me hizo sentir vivo y me hizo conocer aspecto míos y de la vida que nunca habría podido imaginar, entonces totalmente resignado tomé la decisión de no salir nunca de este mar por mas peligro que se corra siempre estará dentro de mi, haciéndome un ser completo, me hará olvidar los superfluo y llegar a la verdadera y única felicidad, la facultad de amar.
08 agosto, 2010
Hipster! (parte 1)
Joaquin
Detrás de esos anteojos y la nube de humo mentolado que emana de su cigarro, mi padre lee intranquilo “Pedro Paramo”, su incomodidad proviene del saber que lo estoy observando.
—¿Se te ofrece algo?
Un consejo, pedí en mi mente. Me observa expectante a que le responda sin embargo vacilo por unos instantes y lo único que logro decir es…
—No, nada —vacilo y me doy la vuelta para salir de la habitación—. Estas ocupado.
Se escucha el cerrar del libro y unos cuantos pasos a mí.
—Sabes que solo interrumpen mi lectura vespertina por algo importante. Dime que necesitas.
Me observa con esa mirada de ¡Me dices ó me dices! Agregando que los nervios se estaban apoderando de mí ser. La desesperación de conseguir una respuesta a mi duda.
—Necesito un consejo… —vuelvo a vacilar, dos veces en una sola conversación, él odia los titubeos. Me lleva a su sillón esperando que acabe mi frase—… acerca de las chicas…
—¿Chicas? —se sonroja, significa q no sabe del tema ¡demonios!—. Pensé que ya habíamos tenido esta conversación, lo mejor es usar condón.
Ahora yo soy el avergonzado, el día que tuvimos esa charla no paraba de orinarme de la risa de toda palabra extraña que decía mi padre, claro con 9 años quien no se va a reír de palabras como pene-tración. Todo por decirle que mi compañera de natación María Conchita me había besado en la mejilla, pensé que me iba a enfermar. Me regañó por reírme del proceso de reproducción humano, tal vez también porque no supo manejar el tema. En fin.
—Si lo sé. Pero este consejo es más para tener novia sin sexo.
—¿Una relación en forma?
Toma sus anteojos y los limpia. ¡Cómo odio que haga eso! Más porque lo comenzó hacer al ver que Woody Allen lo hacía en sus películas. No entiendo porque usa lentes del tipo de Allen si no los necesita. Absorbe algo de tabaco y hace una pregunta:
—¿Qué chica te gusta?
—Se llama Marla, es de la universidad, llevo saliendo con ella por 6 meses… —parezco patético hablando con mi papá de relaciones serias, siendo que soy universitario, pero a mi papá debes hacerle un planteamiento complejo para preguntarle algo simple—… y verás no se que darle por estar juntos 6 meses.
Corte un poco la conversación, del como nos conocimos y eso por el exceso de detalles que él pide. Así que viene el minuto en silencio en el que busca una explicación en la cual cite uno de los autores de los miles y miles libros que ha leído. La respuesta:
—Ojala tu madre estuviera viva.
Traducción:
—No sé qué decir.
Mi madre murió cuando yo tenía siete, la atacó el cáncer de seno, fue silenciosa su enfermedad, sólo ella y mi padre supieron cuanto sufrió. Papá aun se recupera de la perdida entre su cinefilia y literatura sin embargo con o sin mamá era extraña su manera de educarnos a mi hermano y a mí. Mamá era digamos, la típica mamá. Amorosa, consejera, enfermera y todo lo que conlleva esa tarea. Papá por más que intentó no pudo llevar una rutina parecida a la de ella.
—Lo sé también la extraño, ella sabría que recomendarme. Gracias papá.
—Por nada.
No es ineficiente, es un buen padre a la manera extraña de esta familia. Y pensar que yo no tengo los problemas de mi hermano, quien sufre más con los consejos de papá.
Otro mes más. Ahora mi papá fuma tabaco cubano, lee Rayuela de atrás hacia delante. Yo de nuevo en el cuarto aguardando su inquietud.
—¿Qué se te ofrece Joaquín?
—Tuve sexo con mi chica ayer.
—Te sirvieron mis consejos
—Creo que sí.
—Bueno.
03 agosto, 2010
Las paredes azules

La noche

Era una noche obscura, mucho más obscura que la inmensidad del abismo, se respiraba cierto aire de pesadumbre y se envolvía por la nostalgia y la tristeza, en medio de esta había un hombre, un hombre común, ensimismado es sus mas recónditos pensamientos, acompañado solo por sus recuerdos, cuando un destello iluminó su rostro podría haber sido una estrella que bajaba a hacerle compañía y aun así el seguía impasible, pero solo era una linterna, una simple linterna, entonces pude ver su rostro reflejaba cólera, tal vez miedo, en sus ojos se notaban a simple vista sus ojeras y una trémula mirada y vi como esbozo una lánguida sonrisa entonces dijo:
-La cordura es solo la ultima excusa de la inmoralidad humana, solo basta una mala experiencia para despertar las inhibiciones y el mas tenebroso y sublime sentimiento de venganza.
En el momento en que terminó su nauseabundo monologo no me quedo mas que esposarlo y llevarlo ante los cabecillas de la justicia. Así después de un esporádico juicio fue llevado a la cárcel por el asesinato de su esposa y su amante, un crimen pasional o tal vez la liberación de una vida monótona nunca lo sabré, es solo uno de tantos secretos que esconde la noche.
Rosas Rojas
-Hola , cortando con repentina vergüenza para darme cuenta con mucha decepción de que ella ya no estaba ahí, de repente una lluvia de pétalos rojos me envolvía, y en mi estupor pude sentir un beso, tan cálido, tan lleno de vida y amor como nunca antes había sentido (y estoy seguro de nunca sentiré nada parecido por mas que ame a alguien mas) fue un beso largo y letárgico que por un momento hizo que me olvidara de siquiera estar vivo, ya nada podía ser frio ni monótono ya no podía haber mal ni ambiciones ya nada mas importaba…
Cuando abrí mis ojos estaba otra vez en el mismo lugar nada parecía diferente, aun estupefacto pude ver en mis pies una rosa roja hermosa y sin ninguna espina, la tomé con desasosiego y emprendí el viaje de vuelta a casa.
Convocatoria!
Hoy se uné un nuevo colaborador que dará mucho de que hablar.
02 agosto, 2010
¿Quieres ser mi novia?
28 julio, 2010
El ciclo de los sueños

Perfecta utopía, sublime melancolía.
Muerta la vida.
25 julio, 2010
El club de las señoritas
"La hora del té es perfecta para chismear"
El miercoles la primera parte.
01 julio, 2010
25 junio, 2010
Noches de Verano

15 junio, 2010
Smoke!
Entre toda esa jungla urbana sobresalía él, caminando imponente con la facha de siempre, esa que me encantaba, lo sé sigo en sintonía con la ropa pero la de él era única, no quiero parecer a Stephanie Mayer así que pararé con esto de la descripción gloriosa.
Así que por fin entendí, hoy era el día en que le iba a hablar. No había otra razón por la cual mis actividades se cronometraran de una manera tan perfecta que en ese mismo instante me preguntara que hacia en la fila burocrática de la universidad.
Me levanté y la rutina matutina daban la impresión de ser un día como cualquier otro, hasta que llegué a la parada como siempre corriendo, la puntualidad no es una de mis virtudes, llevaba tres minutos de retraso. Hice la parada, pero un microbusero casi ciego pasó rozándome las narices, ahora llevaba 5 minutos. De nuevo extendí mi mano a un nuevo autobús, subí enojada y aunque quería aparentar enojo lo único que demostré fue torpeza al caer con un escalón. Me senté y de pronto sentí un patético escalofrío, tal vez fue del oso que hice al subir. Me coloqué los audífonos y Vivaldi me tranquilizó de inmediato.
El autobús iba a una velocidad tediosa, la cual me recordó los 5 minutos con la velocidad ya siete, sin en cambio, le tocaron puros semáforos verdes al conductor, no había mucho pasaje y al mirar el Ipod mi salida iba puntual. Al bajar no pude evitar prender un cigarrillo y comencé mi paso nervioso, suelo caminar rápido, un tick por ser impuntual.
Ahora iba 3 minutos adelantada, me sentía sosa llegando puntual, así que a dos cuadras de la universidad me detuve a comprar una rosquilla. No debí hacerlo, el torpe que atendía el puesto era nuevo o algo así, se equivocó tres veces con el pedido de una señora engreída de 40 y me dio 4 veces mal el vuelto, iba seis minutos tarde ahora, avancé atragantándome con mi maldita dona hasta empujar por accidente al chavo de chamarra morada fluorescente Nake y suspirando asenté mi llegada. Observe el reloj y estaba puntual, mis pensamientos pesimistas llegaron y el saber que también el día siguiente pude haber ido me exasperó, pedí fuego al chavo atrás de mi, porque el Nake me miraba con ojos de comerme viva. Fumaba mentolados por lo que no incomodé a muchos, y tal pareciera que al sacar una humada él apareció. Viré rápido y busqué mis gafas de sol en la bolsa, tonta, ni siquiera me reconocía sin ellas.
Nos formaban por dos hileras, la otra no llegaba hasta el chavo Nake, por lo que él se formó enfrente de mi, como predije no me vio, rendida me quité las gafas. Mis amigas siempre me animaban diciendo que él no paraba de mirarme en la escuela entre recesos y esas cosas, una vez les creí pues hubo una vez que lo espiaba discretamente cuando nuestras miradas se encontraron, creo que fue el sorbo de JD’s que me jugó la idea de que él se había sonrojado.
Me parecía extraño que él anduviera solo, siempre iba acompañado por otros amigos, avanzó mi fila y el volteó por instinto curioso, otra vez nuestras miradas se cruzaron, me sonrojé y desvié la mirada, él no, se sonrojó aun más que yo. Para despejarme de esa idea tan descabellada eché un ojo al reloj, estaba puntual, justo donde debía de estar. No creo en las casualidades, pero su fila se niveló a la mía, tarareo una canción que reconocí de inmediato, una de mis favoritas. Entonces caí en la realidad, estaba en un sueño, no había otra explicación. Cerré los ojos y me pellizqué infantil en el brazo. Nada, estaba existiendo.
Suspiré y me dije, nada pasará hoy. Resignada fumé lo último que quedaba de mi cigarrillo, guarde mi Ipod, revisé mis documentos y mi fila avanzó. Me sujeté el cabello con una liga y su fila dio un pasó más.
Entonces ocurrió:
—¡Hola! ¿Comó andas?
Fue él, mi corazón se llenó de mariposas, él me habló.
13 abril, 2010
This is my city*
Thinking of you all along
If you see me now
Dirty streets where I belong
12 abril, 2010
Escenas...
El olor a gasolina empezaba a marearlo, la niña yacía inconsciente, María no sabía que hacer, el cuerpo de su hija parecía tan delicado. Las sirenas sonaban más y más. ¡María no te mueras!, la gente solo miraba aquel tertico escenario. El hombre tiró de la puerte con todas su fuerzas y tomó la niña en brazos, Regresaré por ti mamá, salió corriendo y cuando iba acurrucando a la niña en la acera, todos lo escucharon.
El coche estalló en mi pedazos, el grito de la gente no fue comparado con el de un hijo qué perdió a su madre...
"Amigo lector, os ruego te retires de este blog si no deseas morir aplastado por un piano o enfermar de una grave como la de una paralisis neuronal a media lectura, pues no creo que te paresca interesante la muerte de una anciana a los ojos de su nieto o el maltrado de ciertos amigos y sus calamidades, así que mejor visita otros que no sea este" Ramiro Xoches (Inspirado por Lemony Snickets)